La madrugada del 22 de diciembre de 1988 comencé a pertenecer al mundo de las sombras. Creo que fue algo drástico para mi persona; venía de un lugar lleno de luz donde en realidad “la realidad” no existía. Uno vive en un espacio donde hace y deshace lo que quiere, un mundo de rebeldía podríamos decir.
A los cuatro años pase a ser el del medio de mis hermanas. El nacimiento de Carla fue ver otra vez la luz de la vida. Ella es de esas personas que nunca querrías perder.
No fui una personita fácil de manejar en mi niñez, entre que me decían “catrasca”, mi madre era la única que podía entender las palabras salidas de mi boca.
Años más tarde, empecé a meterme en el mundo de la comunicación (la búsqueda de esa luz perdida de yacía hace doce años atrás y que se había despertado con mi hermanita).
Entré en el Instituto San Pedro Nolasco al turno tarde donde se dictaban materias con orientación a las Ciencias de la Comunicación. Allí conocí a Ricardo Yánez. Él era de esos profesores al que nadie quiere pero que todos dicen “este sabe”, y por “este sabe” es que me interesé en la comunicación, pero no cualquier comunicación, sino la comunicación a través de las filmaciones, películas, documentales, fotografías, etc.
Fue así que a los catorce años comencé a escribir y a leer. A los quince decidí seguir el hobbie de mi padre, “la fotografía”, para captar esa luz que andaba buscando y que deseaba encontrar.
Desde el primer momento que agarre mi cámara pude ver esa luz que pasa por al lado nuestro desapercibida y que nadie le presta atención. Las sombras de este mundo juguetean con ella y a veces la llevan a la oscuridad absoluta es por esto que no siempre la encontramos.
Mis estudios en distintos institutos (Centro Lola Mora, IFA, etc.) fueron las puertas de mis ojos. Conocer “la luz” me llevó al cine con otra mirada. Ya desde los seis años que veían con ahínco esas pantallas multicolores pero ahora veo el interior, el signo y su significante, a donde quiere llegar ese libro o esa película, cual es su objeto.
Desde hoy no soy de vuelta yo. Soy ojos con luz, luz de expresar, informar y comunicar lo que realmente hay que mirar cuando uno esta y no esta.
A los cuatro años pase a ser el del medio de mis hermanas. El nacimiento de Carla fue ver otra vez la luz de la vida. Ella es de esas personas que nunca querrías perder.
No fui una personita fácil de manejar en mi niñez, entre que me decían “catrasca”, mi madre era la única que podía entender las palabras salidas de mi boca.
Años más tarde, empecé a meterme en el mundo de la comunicación (la búsqueda de esa luz perdida de yacía hace doce años atrás y que se había despertado con mi hermanita).
Entré en el Instituto San Pedro Nolasco al turno tarde donde se dictaban materias con orientación a las Ciencias de la Comunicación. Allí conocí a Ricardo Yánez. Él era de esos profesores al que nadie quiere pero que todos dicen “este sabe”, y por “este sabe” es que me interesé en la comunicación, pero no cualquier comunicación, sino la comunicación a través de las filmaciones, películas, documentales, fotografías, etc.
Fue así que a los catorce años comencé a escribir y a leer. A los quince decidí seguir el hobbie de mi padre, “la fotografía”, para captar esa luz que andaba buscando y que deseaba encontrar.
Desde el primer momento que agarre mi cámara pude ver esa luz que pasa por al lado nuestro desapercibida y que nadie le presta atención. Las sombras de este mundo juguetean con ella y a veces la llevan a la oscuridad absoluta es por esto que no siempre la encontramos.
Mis estudios en distintos institutos (Centro Lola Mora, IFA, etc.) fueron las puertas de mis ojos. Conocer “la luz” me llevó al cine con otra mirada. Ya desde los seis años que veían con ahínco esas pantallas multicolores pero ahora veo el interior, el signo y su significante, a donde quiere llegar ese libro o esa película, cual es su objeto.
Desde hoy no soy de vuelta yo. Soy ojos con luz, luz de expresar, informar y comunicar lo que realmente hay que mirar cuando uno esta y no esta.
Juan Pablo Mangieri (antología 1°Cuatrimestre)
No hay comentarios:
Publicar un comentario