Sábado 31/12/2007
Desde ahí veía casi toda la ciudad. Eran las 23.59 en mi reloj, sólo faltaba un minuto y el
espectáculo empezaría.
00.00hs. (doce de la noche)
00.00hs. (doce de la noche)
Lunes 26/12/2007
Me levanté como todo los días, es decir, como todos los días.
Me metí en la ducha, me lavé los dientes, tomé mi vaso de whisky, me puse el traje y salí a la
calle.
Llegué a destino a no más de las 13hs.
Destrabé la puerta del edificio, subí las escaleras, llegue a la “53”. Toqué, nada. En treinta
segundos estaba adentro.
Comencé el trabajo. Corrí un cuadro, coloqué una. Detrás del espejo del dormitorio, otra. Y una
por el baño, por si las dudas. Para que si funcionara, funcionara bien.
Me fui. Llegué a mi departamento y dormí.
Martes 27/12/2007
Otro día de trabajo. La misma rutina.
Paré un taxi, le dije al chofer la dirección.
Bajé en la esquina y me metí en el bar. Allí estaba el cantinero de siempre, el mozo de siempre.
Me senté en la mesa del fondo, levanté la mano. Pedí un café con leche. Cuando me lo trajeron a
falta de lo que uno pide, el café estaba acompañado de dos medialunas -¿quién quiere
medialunas a la hora del almuerzo?-.
Estaba sentado bajo el cuadro iluso que quería imitar una foto de Marilyn Monroe.
Diez ladrillos hacia abajo, cinco a la izquierda. Debían de haber dos que estaban flojos.
Así era. Los saqué y metí una allí.
Pagué la cuenta y me dirigí al baño antes de irme. Puse otra.
Me fui. Llegué a mi departamento y dormí.
Miércoles 28/12/2007
Otro día de trabajo. La misma rutina.
Me tomé el “124” en la esquina y me baje al final del recorrido.
Ingresé como todos los alumnos, por la puerta del costado, la que da al Centro de Exposiciones.
Recorrí el lugar como si lo conociera. Fui hasta el tercer piso por esas malditas escaleras y entré
en el aula al final de pasillo.
Una en cada esquina estaría perfecto.
Salí del aula, cerré la puerta, puse las llaves en mi bolsillo.
Me fui. Llegué a mi departamento y dormí.
Sábado 17/12/2007
Julia apareció descuartizada.
Sábado 31/12/2007
El departamento de Enrique Pérez explotó, el bar de la esquina (donde se encontraba Claudio
Sánchez) también, así como la facultad de derecho con Sebastián Rodríguez .
Estaba viendo mi creación de la noche de año nuevo. Era ver miles de millones de fuegos
artificiales en la ciudad, rojos y anaranjados. Y en el techo oscuro de la noche, nubes de gris
oscuro.
Horas antes...
La misma rutina.
Salí del departamento con una sonrisa de punta a punta. Habían pasado ya dos semanas que no
se posaba sobre mi rostro.
Agarré el auto. Fui a buscar a tres de los culpables.
Inconscientes por unos minutos, los coloqué a cada uno en su lugar, lugar al cual pertenecían.
Subí al auto y fui hasta le puente a apreciar mi obra de arte.
En mi reloj hicieron las 00.00.
Todo comenzó, todo terminaría.
Subí al auto.
Me fui....
Fragmentos encontrados del diario de ... , recuperados de la explosión del auto en Libertador el
01/01/2008.
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